El derecho
penal es la rama del derecho que establece y regula el castigo de los
crímenes o delitos, a través de la imposición de ciertas penas.
Es posible
distinguir entre derecho penal objetivo, que se refiere a las normas
jurídicas penales en sí, y derecho penal subjetivo, que contempla la
aplicación de una sanción a aquellos que actualizan las hipótesis previstas por
el derecho penal objetivo.
Sabemos que el
derecho se encarga de regular las actividades de los hombres que
viven en sociedad y que mantienen relaciones con el resto de los hombres. De
esta forma, el derecho busca proteger la paz social con normas que
son impuestas por la autoridad, quien, a su vez, tiene el monopolio del uso de
la fuerza.
El principal
objetivo del derecho penal es promover el respeto a los bienes jurídicos (todo
bien vital de la comunidad o del individuo). Para esto, prohíbe las conductas
que están dirigidas a lesionar o poner en peligro un bien jurídico. Lo que no
puede hacer el derecho penal es evitar que sucedan ciertos efectos.
El Estado dispone
de dos herramientas para reaccionar frente al delito: las medidas de
seguridad (que buscan la prevención) y las penas (que suponen el
castigo). La pena, por lo tanto, implica una restricción a los derechos del
responsable.
Organización del
derecho penal
Como ha ocurrido
en la mayoría de los aspectos de la organización social, para que el derecho
penal llegara a convertirse en lo que hoy en día conocemos fue necesario que
existiera un proceso bastante lento, a través del cual se pusieron a prueba
diferentes metodologías e ideas y se fue buscando la forma en la que
quedaría finalmente constituido. En este proceso pueden señalarse varias
etapas, las cuales son:
*Etapa primitiva:
En este período no existían leyes claras, sino una serie de prohibiciones
derivadas de unas firmes creencias religiosas que imponían duros
castigos a aquél que osara violarlas, dichos mandatos recibían el nombre de tabú.
Existía otro
término que era el de venganza, que permitía que aquéllos que sufrían cualquier
daño por parte de otro grupo, tomarán la justicia por su mano castigando a
sus agresores con un mal mayor al recibido. No existían límites, eran las
víctimas quienes los ponían. El sucesivo ejecutar de las venganzas entre
individuos de diversos bandos fue lo que llevó en repetidas ocasiones a la
guerra entre los mismos.
* Etapa de la
Ley De Talión: En este período se creó un límite a las citadas venganzas el
cual estaba fijado por las Tablas de la Ley de Moisés; donde se expresa
que la pena ha de ser igual en magnitud al daño sufrido.
* Surgimiento de
la justicia política: Con el nacimiento del Derecho Penal Romano, la justicia
comenzó a cobrar sentido. A partir de este modo surge la diferenciación entre crímenes públicos
y privados; los primeros eran aquellos que afectaban el orden público y los
segundos eran de tipo personal entre dos individuos o familias. En cada caso se
optaba por un tipo de castigo diferente, todavía basado en la ley del talión,
es decir que el castigo era impuesto en base al daño causado por el individuo.
Desde este
momento, lentamente fue consolidándose la justicia como hoy la conocemos;
primero se instauraron los pasos a seguir ante un proceso penal y más tarde se
estableció la diferencia entre delito doloso y culposo, desarrollando
diferentes teorías y doctrinas que permitían la correcta ejecución de
las condenas.
Hoy en día, de
acuerdo a los aportes que han hecho las diversas culturas que se han preocupado
por establecer un código para condenar justamente a los imputados,
contamos con un sólido derecho penal que teóricamente protege a los que son
inocentes y colabora con el establecimiento de la justicia en
todos sus órdenes; aunque, lamentablemente, no en todos los casos se cumple
dicho requisito.
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